JUSTIFICACIÓN
Es fundamental desarrollar una adecuada justificación de los objetivos, el alcance y el propósito de investigación del problema escogido.
En primer lugar, la justificación está dirigida a posicionarse frente a los investigadores, artistas o profesionales del campo de estudios en el cual se inscribe
En consecuencia, para desarrollar la justificación se debe siempre tomar en cuenta que en toda nueva investigación, el estudiante irrumpe en un campo que, por lo general, ya está conformado previamente.
Dentro de la dinámica de ese campo, existen: investigaciones consolidadas, temas que ya son conocidos, temas que se han explorado en menor medida, y otros problemas muy poco explorados. Al mismo tiempo, se han conformado diversas perspectivas; algunas complementarias y otras contrapuestas, contradictorias entre sí. Estas perspectivas, por lo general, se organizan alrededor de diferentes corrientes de pensamiento que generan un conjunto de identificaciones colectivas entre aquellos que pertenecen a una u otra de las corrientes que existen y se articulan en el interior del campo.
Es como consecuencia de lo anterior que toda nueva investigación se formula -más allá de su voluntad- como un diálogo (a distancia) entre el estudiante y los otros participantes de un campo académico/artístico o profesional particular.
Así, cuando un estudiante justifica su propia investigación, se posiciona en relación con el conocimiento previo existente en el campo. Este posicionamiento puede implicar:
Inscribirse dentro de alguna de las corrientes existentes, para reforzar los postulados que ella sostiene, y apoyándose en los investigadores o profesionales más representativos o que mejor se adaptan a las necesidades de su propio trabajo;
discutir, cuestionar, o pretender contraponer su propio trabajo con el de un investigador o profesional, o con una corriente en general, sin inscribirse necesariamente en alguna corriente o línea de pensamiento o de práctica profesional pre-establecida;
tomar distancia de las diferentes corrientes existentes: sin alinearse ni pretender cuestionar ninguna de ellas, sino con el objeto de señalar un vacío existente en el tratamiento de un problema en particular. Dicho problema suele ser, precisamente, el problema que la investigación que se justifica pretende abordar.
hacer una evaluación crítica de los elementos presentes en el campo, y proponer una nueva articulación que, sin desconocer o tomar distancia de los trabajos existentes (como en el caso anterior), los articule de un modo diferente, o bien los utilice para objetivos distintos de los que han sido originalmente formulados.
En segundo lugar, la justificación se dirige a señalar la originalidad del problema que habrá de tratarse
Aún cuando el estudiante se inscribiera en alguna corriente existente, es necesario mostrar que
el trabajo que habrá de realizarse no ha sido aún abordado;
ha sido abordado, pero desde una perspectiva que se juzga incorrecta;
ha sido abordado de un modo insuficiente, y se pretende avanzar, por lo tanto, en las “lagunas” que se han formado;
ha sido abordado en general, pero no en ciertos casos específicos que mostrarían algunas particularidades novedosas.
ha sido abordado en forma teórica, pero no se ha elaborado información empírica, o (recíprocamente):
se cuenta con información empírica que no ha sido analizada e interpretada teóricamente; etc.
En tercer lugar, la justificación se dirige a señalar los usos o aprovechamientos que podrá tener el abordaje del problema propuesto
En todo abordaje de un problema de investigación, se debe justificar no sólo la originalidad de la propuesta, y el interés intrínseco de la misma, sino también la utilidad que tendrá el desarrollo de la investigación:
Si se trata de una investigación puramente académica, es necesario señalar el uso que podrán hacer de ella los investigadores del propio campo o de otros campos disciplinarios: desarrollar nuevas investigaciones, utilizar las bases de datos que se han producido, aplicar una nueva teoría, avanzar en nuevas direcciones, etc.
Si la investigación excede el campo puramente académico (aplicación tecnológica o de gestión, fabricación de nuevos productos, obtención de estadísticas o de bases de datos, por ejemplo), es necesario indicar quiénes son los diferentes actores que pueden utilizar el resultado de la investigación: organismos estatales, empresas, asociaciones civiles, o académicas, etc.
Finalmente, en los casos en que corresponda, es necesario indicar qué otros actores sociales pueden estar, de modo directo o indirecto, implicados por los resultados de la investigación que se propone.